Poesía entrevista

La ENTREVISTA PERIODÍSTICA como lugar donde el POETA se busca, se oculta, se revierte / Lugar donde sucede la construcción de su ARTE POÉTICA

31 julio, 2006

Wystan H. AUDEN


-Usted ha sido siempre un formalista. Los poetas actuales parecen preferir el verso libre. ¿Cree que esto último libera de la disciplina?
-Aquí, desafortunadamente, ocurre muy a menudo. Pero desde un punto de vista estrictamente hedonista no logro comprender cómo se puede obtener placer en escribir sin ninguna forma. Si se juega, se tiene necesidad de reglas; de otro modo no existe el gusto. La poesía más desenfrenada tiene que tener una sólida base en el sentido común y esto creo que es la ventaja del verso formal. Además de las ventajas correctivas, el verso formal libera de las cadenas del propio yo. Aquí me gusta citar a Valery, que decía que uno es poeta si su imaginación es estimulada por las dificultades inherentes a su arte y no si la imaginación está por ello ofuscada. Pienso que poquísimos pueden tratar el verso libre, es preciso un oído infalible como D. H. Lawrence para determinar dónde acaba el verso.

-¿Puede decir algo sobre la génesis de la poesía? ¿Qué es lo que acude primero?
-Cuando llega el momento siempre tengo dos cosas en la cabeza: un tema que me interesa y un problema de forma verbal, metro, dicción, etc. El tema busca la forma adecuada: la forma busca el tema apropiado. Cuando los dos se encuentran estoy preparado para empezar a escribir.

-¿Empieza sus poemas por el principio?
-Normalmente, como es natural, se empieza por el principio y se trabaja hasta alcanzar el final. A veces, sin embargo, se empieza con un verso en la cabeza, tal vez el último.
Se comienza, creo, con cierta idea sobre la organización temática aunque normalmente, se cambia durante el proceso de escritura.

-¿Utiliza algún estimulante para la inspiración?
-Nunca escribo cuando estoy borracho. ¿Por qué se debe tener necesidad de estimulantes? La Musa es una noble doncella a la que no le gusta ser cortejada de un modo brutal o grosero. Y tampoco tiene vocación de esclavo; en cualquier otro caso, miente.

(De una entrevista con Michael Newman publicada en París Review en 1974)
http://www.enfocarte.com/1.12/entrevista.html

27 julio, 2006

Rafael CADENAS


«Hoy pienso más las palabras, lo que tal vez no sea conveniente para la poesía, pero ¿qué puedo hacer? En su reino no caben las decisiones. Los cambios se dan un poco solos. Van apareciendo sin que uno se dé cuenta aunque están vinculados con nuestro movimiento interior. Mi actitud no es estética, si bien le doy, claro, mucha importancia a la forma, sin ella no hay poema ni nada, y lo que haya de ética en mi trabajo nace de un sentimiento de unidad, de esa unidad que subyace en todo lo existente. Uno puede rechazar posiciones ideológicas de otros sin perder de vista que son seres humanos, y lo más importante es esta condición. Percatarse de que ella está por encima de todo es muy saludable en este mundo tan lleno de violencia. El crimen en política comienza con la palabra “enemigo”. Usarla es ya prepararla».

«Trayectoria existencial y proceso estético son inseparables. Los cuadernos del destierro fueron escritos desde la depresión, luego, poco a poco, iba saliendo de ella, lo cual se puede palpar en los libros siguientes. Junto a los de poesía fueron surgiendo los de prosa y por eso están como entrelazados. Las lecturas han sido vitales para mí. Me interesa mucho el pensamiento vedántico, el taoísmo, el zen, y del lado de acá Whitman, Rilke, Lawrence, Pessoa, Ungaretti, Milosz (Czeslaw), Michaux; antes de experimentar con la droga, han sido una presencia constante en mí. También Jung, Watts, López Pedraza. He leído mucho a los clásicos, sobre todo los españoles, y de los modernos a Ortega, Unamuno, Machado, Salinas y Guillén. De Hispanoamérica me han acompañado siempre sus maestros, Reyes, Henríquez Ureña (Pedro), Sanín Cano, Borges, Paz, pero en fin sólo puedo mencionarte algunas de mis lecturas. Es cierto, me atrae el apunte como el de Anotaciones, la forma gnómica de Dichos (1992), el aforismo. Tal vez eso se deba a cierta urgencia por ir derechamente al blanco sin todo el acompañamiento explicativo que suelen llevar los escritos más completos. Tal vez influya también mi gusto por leer, que no me deja salir de la escritura breve. Tal vez mi propia limitación, no sé, pero te confieso que admiro a los poetas abundantes, mis opuestos, aunque los leo poco. Los veo como a príncipes que hunden sus manos cada vez que quieren en su erario verbal y de ahí sacan toda clase de joyas. Yo soy más bien lento, paso semanas, meses, años revisando un poema, indeciso, avergonzado, pobre».

(De una entrevista con Claudia Posadas. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. 2003)
http://www.ucm.es/info/especulo/numero23/rcadenas.html

25 julio, 2006

Antonio GAMONEDA


«El libro se desencadena de una manera completamente automática y falta de deliberación. Yo me encuentro un buen día paseando, después de seis, ocho o nueve años (no sé medirlos muy bien) en los que casi no he escrito poesía. Prácticamente el libro procede del silencio. Y el silencio es un componente quizá no del mismo valor, pero sí tan real como pueda serlo la memoria. De repente el libro se me aparece sin forma ni figuras, hay un renglón de palabras que retumban en mi cabeza y que son las primeras de Descripción de la mentira. Dicen: “El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición”».

«Yo asumo (y creo que está dicho en algún pasaje del libro) la contradicción. Es decir, puedo escribir en la página ele lo contrario que en la página hache. Sin embargo, no estoy seguro de que esa contradicción sea irresoluble, que sea una contradicción en el sentido viejo y negativo de la palabra ele... Pero, simplificando, el libro propone sin duda cosas contradictorias. Las palabras, la misma palabra, puede tener una voluntad que contradice a la que tuvo unas páginas antes».

«(…)cuando escribo un libro de poesía, no estoy explicando nada. Estoy creando una “presunta obra de arte”, con palabras cuyo contenido es el contenido de mi memoria, pero, ¡ojo!, no organizando el libro linealmente, sino como me lo proporcionan mis pulsiones internas, como las visiones se acaballan en mi propia conciencia. Por otro lado, la aparente dispersión voluntaria y la ocultación no son tales: yo defiendo que hay una rigurosa literalidad en relación con los movimientos de mi conciencia, de mi memoria, y que incluso es rigurosa hasta el extremo de que palabras que parece que están en función surreal, están en función realista. Algún día (no voy a tener tiempo para ello) me pelearé por el contenido real y la literalidad que existe en grado mucho más elevado de lo que parece en este libro. Tengo la tentación (la fortísima tentación) de convertir ese libro precisamente en otro discurso, en una narración, en un libro gordo. Y a lo mejor es mi trabajo de los próximos años».

(De una entrevista con José Manuel López de Abiada, Suiza, 1990)
http://www.anmal.uma.es/numero15/Gamoneda.htm

20 julio, 2006

Eugenio MONTEJO


«Al encarar su escritura no resulta fácil pasar de la orilla de la palabra a la orilla de la memoria. Y sin ese pasaje no hay poema que valga. Es verdad que este riesgo es común a la hechura de todo poema, pero en el texto amoroso hay que tener presente que cuanto interesa a una pareja no siempre interesa al lector. Su tono debe esquivar el riego del lugar común y la nadería».

«Uno de los poetas apócrifos de quienes me he ocupado, Tomás Linden, dice en un verso: “La belleza en la tierra se desvía de la mujer a la melancolía”. Es probable que lo que ahora me pregunta encuentre alguna confirmación en esas palabras. En lo que escribo, sin embargo, no veo una inclinación al saturnismo muy acentuada. Ni una cosa ni la otra. Tiendo siempre a la búsqueda de un equilibrio y me desvivo por lograr tanto como puedo la armonía. Además, siempre he creído que la poesía, como la vida, se define a partir de la esperanza».

«La definición que damos de la poesía suele cambiar a lo largo de los años. Y esos cambios tal vez subrayen nuestra incertidumbre ante lo que es por esencia indefinible. Hoy tiendo a decir, quizá privilegiando su rasgo de diálogo con el enigma, que se trata de un melodioso ajedrez que jugamos con Dios en solitario. Me doy cuenta ahora, sin embargo, de que en el juego de ajedrez se procura a toda costa ser ganador. En este otro ajedrez que menciono nada se desea ganar ni perder, y tal vez por ello resulte tan atractivo».

(De una entrevista con María Alejandra Gutiérrez)
http://www.literaturas.com/EMontejoLC.htm

ALGUNAS Artes Poéticas (fragmentos de poemas)


La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
—ni siquiera palabras.
Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.

Eugenio Montejo



Yo me callo, yo espero
hasta que mi pasión
y mi poesía y mi esperanza
sean como la que anda por la calle;
hasta que pueda ver con los ojos cerrados
el dolor que ya veo con los ojos abiertos.

Antonio Gamoneda



Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

Rafael Cadenas

19 julio, 2006

¿POR QUÉ OFRECE UNA ENTREVISTA el poeta?


Para escucharse por primera o última vez;
para callar;
para ocultar;
para decir el poema no escrito;
para deshierbar el lugar donde yace su reflexión;
para revertir la soledad;
para construir, sin saber o quererlo, su Arte Poética.

El principio

No está demás, aunque no me extenderé en ello, un brevísimo repaso del significado del término Arte Poética, que suele confundirse con Poética hasta el punto de carecer de una definición precisa en el ámbito de la poesía más contemporánea.
Los diccionarios de términos literarios suelen definirla como “tratado que, sometido a las teorías filosóficas y estéticas de su tiempo, expone las características propias de las obras literarias” (Ana María Platas Tasende).
El diccionario de la Real Academia Española se refiere al Arte (poética) como “tratado de las reglas de la poesía” y remite a la palabra Poética, la cual a su vez alude a tres acepciones: “Ciencia que se ocupa de la naturaleza y principios de la poesía y de sus géneros”; “Ciencia que se ocupa de los procedimientos artísticos de la poesía, con especial atención en el lenguaje literario”; “Conjunto de principios o de reglas, explícitas o no, que observan un género literario, una escuela o un autor”.
Históricamente ha variado la concepción de Arte Poética.
Aristóteles en Sobre la poética no ofrece normas, pero describe lo que hicieron grandes escritores, afirmando que todo acto de creación artística es en el fondo una imitación.
Por su parte Horacio, en la Epístola a los Pisones o Ars poetica, se impone desde el Clasicismo para señalar la primacía de los modelos griegos, al tiempo que ofrece consejos técnicos a los noveles poetas.
Son muchas otras las Poéticas que se conocen, entre ellas las de Cicerón (siglo I), Quintiliano (siglo I), Dante (siglos XIII-XIV), el Marques de Santillana (siglo XV), Ximenez Patón (siglo XVII) y la de Boilleau (siglo XVIII).
En el siglo XX Tzevan Todorov habla de la Poética como ciencia que estudia el discurso literario. Se trata de una reflexión científica sobre la literatura, donde la obra literaria es una estructura abstracta.
Son vastas las teorías que han discurrido sobre el tema. Pero para el poeta de este siglo XXI se trata de algo mucho más simple: texto que expresa su relación con el lenguaje y la poesía. Ese texto puede habitar las formas de la poesía o la prosa. Pero también el de los discursos provenientes de la oralidad y capturados en entrevistas periodísticas.
He ahí la propuesta de este Blog: LA ENTREVISTA ESPACIO DE CONSTRUCCIÓN DE UN ARTE POÉTICA.

18 julio, 2006

ANTEDECIR de una propuesta

Muchos son los poetas que han escrito su Arte Poética. Que han dado cuenta de su quehacer. Muchos los que han vertido su manera de mirar y mirarse desde la poesía. El texto —casi siempre de manera explícita intitulado Arte Poética— se convierte en resquicio e interrogante, lugar de construcción de una identidad.
También hay poetas que han dejado una autobiografía o ensayos teóricos sobre su propio trabajo creador, huelga decir, su Arte Poética traducida a otros lenguajes.
Pero no siempre hay un Arte Poética. Al menos no acordonada, tipificada, nominada. Cuando el poeta es entrevistado desplaza los signos de su futura (acaso inconclusa o imposible) Arte Poética para decirse desde el diálogo propuesto. En la entrevista periodística el poeta desata los remiendos de sus faenas, dice sin prisa, acota los reveses de una reflexión que a veces no halla cauce en el espacio poemático.
Este Bitácora cibernética pretende ser el lugar de una reflexión —¿acaso mi propia Arte Poética?—, recopilación intuitiva y azarosa de fragmentos de entrevistas en las que algunos poetas han fraguado discursos muy concretos sobre su propia poesía. Entrevistas que forman ya parte del Arte Poética de sus autores.